No era yo una persona que hiciera mucho caso a refranes o a dichos populares, pero después de mi última experiencia, pude comprobar la tan conocida frase "no todo lo que brilla es oro”.
En mi búsqueda de un departamento ideal para vivir temporalmente en la ciudad caribeña de Playa del Carmen, me encontré con una "gran oferta”, decidí probar antes de comprar, así que alquilé un depa en un lujoso desarrollo, apto a mis necesidades.
Mi sorpresa fue que, cuando llegó el día de la mudanza, éste tenía problemas con el servicio de agua, primera decepción y la segunda no tardó en llegar, sus espacios de estacionamiento eran limitados y ese día no pude dejar mi coche a resguardo. Los detalles no dejaron de aparecer cuando menos lo esperaba, así que no tardé mucho ahí y me mudé.
Mi estadía en Playa del Carmen por cuestiones laborales debía prolongarse más allá del mes previsto, así que apenas encontré otra "buena opción”, me trasladé a un complejo de condominios esta vez, cerca del centro.
El departamento era muy bonito, pero estaba literalmente a lado a antros y bares que por la noche no podía descansar, además de que tenía malos olores por las mañanas. Finalmente, después de mis malas experiencias, terminé hospedándome en casa de unos amigos que, aunque su casa era de lo más cómoda y ellos de los más amables, la verdad es que yo extrañaba mi propio espacio.
Así que insistí en la búsqueda de un departamento a mi medida y el nombre de SIMCA me lo habían mencionado varias veces, pero no les había dado una oportunidad. Accedí a conocer sus complejos y no puedo estar más contento, los beneficios que hoy gozo con SIMCA Desarrollos van más allá de lo que esperaba.
Compré un departamento en Sabor a Miel, su inigualable vista al mar desde el rooftop es increíble, el diseño delicado de sus acabados, excelente ubicación y sus amenidades y servicios como el estacionamiento subterráneo que siempre tiene mi espacio contemplado y libre, seguridad 24 horas, jacuzzi, área de bar, gym etc., no se comparan con nada a lo que antes había vivido.
Y además, las temporadas que no estoy en Playa, pongo en renta mi departamento a través de Happy Address, una empresa hermana que se encarga no sólo de administrarlo sino de darle mantenimiento cuando no estoy, para que al volver lo encuentre tal y como lo dejé. ¿El retorno de inversión? ¿Qué puedo decir? Ha sido la cereza en el pastel, el beneficio que no esperaba pero que es maravilloso.
Sin duda, a veces hay que pasar por aquellas malas experiencias para llegar a lo mejor, pero tú no tienes que vivir lo que yo, si estás pensando en comprar un departamento en Playa del Carmen, ya sabes a quién acercarte.